martes, 9 de junio de 2015

"Exportamos pobreza"



Distinguido y Excelentísimo Presidente de la República del Paraguay, Horacio Cartes Jara; me sorprende el talento innato que posee usted de emitir verborragias como si lo que dijera no tuviera consecuencias.

Como representante de este país, como líder máximo del demócrata Paraguay, lo que menos debería de hacer es prostituir a la tierra que le vio crecer, de ofenderla y venderla "por chaucha y palito", y usted, Señor Presidente, no es más que un antipatriota, y no se merece ser reconocido con el gentilicio de "paraguayo", ya que ese saco le queda muy grande.

"Exportamos pobreza", esa fue su táctica de negocio, humillarnos, hacernos de menos y tocar uno de los temas más delicados del país, su llaga, su herida que aún no cicatriza.

El 5% del país se encuentra desangrando todo lo que el Paraguay produce, y detrás de ello a todos los que aquí trabajamos, mientras que la mayor parte del ingreso mensual que permitió al país seguir existiendo, llegó de afuera, sí, de esos "pobres" que importan riqueza para darle a sus familias un futuro mejor.

Señor Cartes, metió el dedo en la llaga. Quien más quien menos tiene un ser querido en España o en algún otro país y quien más quien menos sabe lo que eso implica.

A mis 17 años mi madre también emigró al exterior en busca de un futuro mejor, también se tuvo que someter al exilio económico debido a la paupérrima administración de esta rica tierra que en una gula de dinero, engorda a unos pocos y el resto, con una mano atrás y otra adelante, busca un futuro diferente para sí y sus descendientes ya que esta tierra fértil de pocos habitantes le dio hace tiempo la espalda.

Si cree que comparar a los españoles profesionales con el "proletariado" que exportamos a la antigua España le hará quedar mejor o conseguirá un préstamo más jugoso para tapar los agujeritos de una economía insostenible que solo beneficia a las cabezas de la pirámide, de las cuales nos encontramos a cien años luz; está muy equivocado.

Señor Presidente, le invito a vivir tan solo un año, en las condiciones en las que nuestros valientes compatriotas pagaron su derecho de piso en Europa, en Norteamérica y en la Argentina, le invito a pasar vicisitudes, a tener que enviar unos pesitos, unos dólares. unos euros a la familia y a ese hijo pequeño y a esa hija adolescente que dejó irremediablemente atrás para trabajar en funciones que solo realizan los autores de la pobreza recién exportada; le invito sí, a usar el zapato de los compatriotas de los que habla con tanta soltura como si usted tuviera dicha potestad; y así también, apreciado Presidente, manipulador de masas, le invito a preguntarle a cualquier patrón extranjero que haya empleado a un compatriota suyo, qué piensa de la fortaleza del paraguayo, de su energía inagotable, de lo"guapos" que son, de su amabilidad, de su hospitalidad, de su calidez y de su empatía, de ese sentimiento de superación que ni un tsunami podría apagar, le invito Excelentísimo, que le pregunte a esos extranjeros porqué prefieren elegir a un paraguayo para cualquier tipo de trabajo, porqué esa garra guaraní no se ve disminuida en ningún contexto.

Le invito, Señor, a decirle pobre a mi madre, a mi tío, a mi vecino, a mi compañero de colegio, a mi mejor amiga.

Le invito, Presidente, a mirarnos fijo a los ojos y animarse a decirnos pobres. porque aquí, por lejos, el único pobre es Usted.


Atentamente,

Una paraguaya patriota

Biera Yboty Cubilla